Este espanto se formó así: un burro estaba durmiendo y lo picó un ciempiés y le salieron muchas patas. Se aparece en el bosque, detrás de un árbol y al lado de un lago. Es grande y feo. Asusta a los niños malos que se portan mal.
Los niños alegran nuestros días con su corazón puro, su espíritu de búsqueda, curiosidad y alegría.
Agradezco ser parte de esta maravillosa experiencia, gracias a Dios.
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